martes, 21 de noviembre de 2006

Por el camino amarillo

Debido a la magia de las no casualidades y de las muchas probabilidades que la señora vida provee, he tenido la fortuna de encontrarme a lo largo del recorrido del camino amarillo a seres atípicos que me han transformado y que en su momento, me ayudaron a percibir la realidad tras la cortina que oculta al mago de Oz.

Hoy quiero evocar específicamente al León que a pesar de sus inseguridades y de no creerse su gran valor cuantificado en brillantez y genialidad de pronto tuvo tantos amigos que ya no supo que hacer con ellos. Al Espanta-pájaros que aunque continuamente trate de localizar a su cerebro reflejado en la comprensión de los demás, las ideas extravagantemente disléxicas que emanan de este son únicas y están destinadas a romper paradigmas. Y finalmente al Hombre de Hojalata que talvez ahora esté teniendo dificultades para amoldar y acomodar a su intenso corazón, pero que finalmente es uno de los más grandes y hermosos que conozco.

Muchas gracias por hacer del camino amarillo un lugar más mágico…

1 comentario:

Hammurabi dijo...

Habría que pensar que no sólo el león, el hombre de hojalata y el espantapájaros cambiaron la vida de Dorothy, sino que ella también cambió la vida de estos seres fantásticos. Me hace pensar que no estamos solos en la travesía del camino amarillo, sino que está llena de encuentros, de ocurrencias y de cambios. No hay que esperar a que estos seres lleguen de la nada, sino saber que todos nos complementamos de una u otra manera. Cuando existe esta conexión, es algo muy grandioso.