viernes, 18 de mayo de 2007

Nota al margen

Encontrarme este día está siendo realmente una de las cosas más difíciles, tal y como lo fue ayer y todos los días anteriores.

Al principio, le eche la culpa a las situaciones que me encontraba viviendo: el torbellino de cosas y de cambios que se me venía encima eran suficientes para mantener mi mente tan ocupada como para no dejarle espacio a la trascendencia.

Talvez en un inicio fue de esta manera, pero en el camino es sumamente fácil perderse hasta que llega el punto en que uno se da cuenta que también ha perdiendo el sentido de las cosas. Aunque desde luego, nunca he dejado de percibir cotidianamente los instantes y detalles que me recuerdan que la vida es magia, al doblar la vuelta a la esquina me vuelvo a sumir en la inconsistencia mental que me pierde.

¿Cómo sacar de la maleta que llevo en la espalda todos los malos hábitos aprendidos y los arquetipos que de mala manera me succionan las acciones del presente? Hay demasiada contaminación en mi presente. Y si no puedo ser sincera ni conmigo misma, cómo puedo ser sincera con los demás. Y si no tengo idea de lo que realmente quiero, cómo no va ser sencillo perderse en la deriva.

Creo que aún estoy en tiempo de salir a la cacería de una catarsis continua…