viernes, 30 de enero de 2009

La semiología del patito de hule

Después de 30 días transcurridos del presente año vuelvo a publicar en mi bien habido, paradójico y desvencijado blog. Esta vez no fue culpa de la resaca creativa que ocasionalmente me ataca. Más bien fue una pérdida de rumbo. De pronto este espacio dejó de hacerme sentido. Es preciso decir que mis necesidades de escritura y de atención permanecen intactas, simplemente ya no sabía encaminarlas por estos rumbos.

Ciertamente sigo sin saberlo, pero creo que eso es lo que menos importa. El punto es no permitir que la ratita del cerebro se aletargue y ya. Así que voy a seguir escribiendo de todo y de nada. De las cosas que me suscitan metáfora o prosa poética y que no poseen una importancia social relevante. Me encamino a explotar la escritura oral de la vida diaria.

Así que bienvenidos de nueva cuenta lectores imaginarios a mi bitácora más personal. A los que me conocen será una forma de no perder la pista en el tiempo y la distancia y a los que han caído por equivocación son bien recibidos a degustar la expresión más simple y caótica de un cerebro más que compone este basto universo. Pues aquí la curiosidad, la introspección, la irreverencia, el nihilismo y hasta el morbo son bien recibidos.

Ya por último, mi compromiso para con este sitio es publicar al menos una vez a la semana. Pues este será el año de los buenos hábitos.

Mucha fiesta y muchas letras!!!