jueves, 25 de marzo de 2010

Tres pajaritos

Miro mis manos y pienso en lo que creo que soy y en lo quisiera llegar a ser. En la parte inferior de mi dedo índice de la mano izquierda se encuentran los restos ya casi invisibles de una quemadura de segundo grado generada por una sartén. Quién lo diría, yo en la cocina.

Pienso en las muchas cosas que quiero hacer y que siempre creí que no eran para mí. Como el compartir la vida voluntariamente con otra persona con miras a que sea por el resto de los días en este mundo. Esta situación me ha dado la oportunidad de dejar de fingir que soy muchas cosas. Siento que se ha acabado el tiempo de pretender que soy lista, cool y socialmente responsable.

Ahora seré más yo y menos chaquetas verbales, placebos mentales y libertad genérica. Sólo iré por ahí, danzando en un pie al tiempo que los fundamentalismos se resbalan por mis rodillas. Y también quiero volver a escribir.