viernes, 21 de septiembre de 2007

De los desenfrenos privados que se vuelven públicos

Me agrada leer blogs, sobre todo los de mis amigos. Más ahora que no estoy cerca me gusta enterarme de lo que les acontece a través de lo que escriben. Cada que alguien postea algo es una como una sorpresa, lo recibo como un descubrir de lo que están siendo y haciendo, guiada por pequeños detalles y señales que dejan en su interfase. Es otra forma de conocer a las personas, una forma sutil. Como cuando ves a alguien y descubres un lunar que nunca le habías visto antes, pero que siempre estuvo ahí. Cada quien tiene un estilo único. Unos son muy directos: mi vida trascurre así; otros plantean episodios narrando su vida en cuentos cortos; otros ilustran, muestran escenas a través de fotos o dibujos; a otros hay que leerlos entre líneas a través de sus metáforas; otros comparten temas que les son significativos.

Y es que verdaderamente es interesante esto de los blogs, porque finalmente es como llevar un diario público, siendo que la convención de los diarios personales es ser privados. Desde luego que cuando se publica algo en un blog uno espera que alguien lo lea, entonces le narras tu vida (de la forma que sea) a un público, pero aquí es cuando la autocensura ocurre porque sólo se pueden compartir ciertas cosas. Entonces uno comparte fracciones de lo que hay adentro, desde la privacidad del interior las hace públicas, es la manera en que cada quien quiere que se le conozca. Y de esta forma se satisfacen necesidades latentes de comunicarse, de ser escuchado, porque sabes que al menos alguien (a lo mejor por accidente) conocerá lo que tienes que decir.

Pero, ¿pero qué hay con esa necesidad de que un tercero conozca secuencias de lo que soy? ¿qué hay con la inquieta curiosidad de hurgar en los sitios de las personas? Hace poco conocía a Charlie. Sinceramente no sabía de la existencia de la versión de los blogs hechos video en youtube, pero de casualidad llegué al de este chico. Al principio no sabía de qué se trataba, sólo estaba ahí, un muchacho inglés rubio de 17 años sentado frente a su webcam hablándole de manera muy pasional una golosina de gomita con forma de puerquito. Bueno sí, la verdad se me hizo gracioso, pero después descubriría lo que representa el fenómeno charlieissocoollike. Un adolescente se pone a hablar de cualquier cosa (en serio, cualquier cosa) frente a su cámara casera, después lo sube youtube y más de 11mil personas se ponen a verlo. Tiene más de 11 mil subscritores y a un día de haber subido un video al menos 4mil personas ya lo han visto, incluso otros le han hecho video-tributos.

Esto realmente me intrigó ¿porqué alguien se interesaría (tanto) en ver los videos de la vida de este chico? No es el momento para hacer disertaciones sobre el alcance, facilidades y ventajas de comunicativas que provee un espacio como youtube, que de manera muy accesible se puede ser el protagonista de la película. Mi punto es la relevancia que ha tomado esta nueva manera en la que nos comunicamos, precisamente esta forma de SER y de darnos a conocer a través de los blogs. Creo que para nuestra generación y las que vienen, dentro de este mundo cambiante, inseguro y movedizo, es nuestra forma de mantenernos cerca, es nuestra forma de comunicarnos y no perdernos unos a los otros.

Gracias a mis tres lectores (creo) que son el público de mis reflexiones y trips privados.

(los trapos dejaron de ser privados)