martes, 24 de febrero de 2009

15 step

How come I end up where I started?
How come I end up where I went wrong?
I won't take my eyes off the ball again,
First you reel me out and then you cut the string.
(15 step, radiohead)


Foto: "Recóndito lugar en la mina". Tlalpujahua, Mich.

jueves, 19 de febrero de 2009

Inoportuna

Antes era demasiado corta para las cosas y ahora me siento demasiado grande. “Todo tiene su momento” se suele decir, pero creo que yo nunca me he sabido impostar en el adecuado. Realmente nunca he sido tan “in” y el fuera de lugar se ha colocado como uno de mis temas favoritos de la antesala al sueño. Algunas ocasiones he padecido la enfermedad de la añoranza de los tiempos pasados y de los siempre mejores tiempos futuros.

He arribado de manera escandalosa a varios sitios, pero siempre de pasada, condenada a ser errante. Me estoy yendo y por eso no tengo tiempo de sembrar. Estoy aquí de pasó y mañana me iré, no sé a dónde, no sé cómo, pero algún día lo haré. Me estoy yendo y ni siquiera me preparo para partir. Porque llego tarde y me voy temprano y ni siquiera sé a dónde. Nunca las palabras adecuadas ni los movimientos exactos. Porque estoy más allá o más acá, pero nunca en el sitio correcto.

Pero no importa el estancamiento circunstancial que me acontece, siempre queda tiempo para el reconfortante café, mirar al vacío y sentir que me hago cada vez más chiquita hacia adentro.

martes, 10 de febrero de 2009

Acto fallido

Comencé a llover cada vez más y más fuerte. Frustrada de las circunstancias y de la persona que me topo cuando pinto mis pestañas todos los días. Un aullido en forma de lamento se escapa de mi garganta. Me detengo 3 milésimas de segundo después de que el sonido me llega a los oídos. No quiero que me escuchen, me niego a ser una víctima de la incomprensión ficticia una vez más. Pero si lo hacen. Decanto las gotas de los ojos pero mi rostro de jitomate sabrá delatar lo que me encontraba haciendo. Así que modulo la voz y digo que estoy ocupada. Acto seguido relato ante dos exaltados espectadores el desarrollo de un falso ejercicio de mi clase de teatro, en el que se tiene que dilatar una pequeña sensación hasta detonarla en un gran sentimiento y traspasarla a una acción física. Eso explicó los gritos, eran parte del training. A pesar de la cuasi verdad, creo que se quedaron con la impresión de que algún día seré una gran actriz y de que no estoy loca. Ahora sólo hace falta hacérmelo creer a mí misma.