jueves, 28 de septiembre de 2006

Cuando no la escuchas... no te levantas

Ellas y yo no nos llevamos muy bien aveces (foto de Hamms)
Con cierto aire de incredulidad, una parte de mi cerebro le preguntó a mi cuerpo por qué demonios no podía seguirle el paso, mientras la otra se tornaba divertida especulando sobre los diferentes tipos de algas marinas que crecen en Nueva Zelanda…

iU, iU, iU, iU, un sonido intermitente me taladra hasta lo profundo y me hace estremecer, me colapsa y me hace cerrar los puños y estrellarlos contra la superficie lisa de madera. Esas resonancias materializadas en ella, de cabello rizado, ahora atenta, ahora escribiendo, siempre activa, siempre al tanto; materializadas igualmente en él que encabeza el espacio circular cuadrado desde donde transmite lo que mejor sabe hacer: mostrar la vida, lo que acontece, lo que se mueve…

Pero yo no me muevo… no mucho.

Y ese sistema de medición que inventó el hombre llamado tiempo, se escurre y se diluye a través de los titubeos de mis manos para decidir si hacen lo que tienen que hacer o… cualquier otra cosa.

Inerte. Mejor métete dentro de aquella jungla naranja, sube las escaleras del fondo y pregúntale a la más anciana de las personas que componen aquél círculo de charla cuál es el detonante que hará finalmente que tus piernas se dirijan a donde deban de dirigirse, que tus ojos lean lo que tengan que leer y que tu nariz se encuentre metida en el sitio correcto.

Pip, Pip, Pip, Pip, la alarma siempre presente. Es tan consistente que llega el momento en que la conciencia deja percibirla, se acostumbra al sonido intermitente y se olvida de que está ahí, suene y suene.

Suficiente... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... hora de apagarla.

Porque podría ser víctima de una falsificación de software.

3 comentarios:

Hammurabi dijo...

Hoy te busqué a tu oficina y no estabas. Que andabas perdida. ¿En dónde estás? ¿En dónde estoy yo :S?

Anónimo dijo...

Hola.

Choco, ya fui a la psycho.

Y otra cosa, ya hice el blog.
Pero como no me gusta el blogger, lo hice con los mostros.

http://www.blogomonster.com/blog/papeleta

Aunque el pote y esa come brillan por su ausencia.

Bye.

Anónimo dijo...

Hola Angélica, no nos hemos visto desde que te dejé en mi cuarto dormida... Por cierto duermes con los brazos hacia atrás, como si estuvieras descansando muuuucho. Cómo te fue en la despertada? espero que no haya sido mucho susto. Jajaja. La he pasado bien estos días. Besos, risas, tranquilidad, malviajes, risas de nuevo.. las mujeres elucubramos muchas cosas!
Todo se solucionó en un café...y nos dijimos adiós,,, hasta quien sabe cuandoo,´4 días de sueño...Pero ya mañana es otra cosa.

¿Qué tal tus días????

Escribes muy bien... No estás inerte...todo a su momento....por no decir tiempo y contradecir eso que dices de la inveción de los hombres a eso que los esclaviza.

Buenas, chau!