miércoles, 11 de junio de 2008

TDAH


No es que no ponga atención. Eso implicaría degradar la vivencia de lugares y momentos. Tampoco se trata de saberme apática, porque me gusta estar y dedicarme a las personas y a las cosas. No lo sé, entonces. Así, suele sucederme una mezcla extraña de poco entendimiento, olvido y caos, en la que me encuentro sitiada desde todos los ángulos posibles.

Entonces me extravío. Y desde ese somnífero estadío no escucho, no respondo. Nunca llego, no contesto. Y me pierdo, y lo pierdo, y los pierdo, y la pierdo…

A veces quisiera que mi cerebro funcionara diferente y que mi memoria pudiera ser expandible. Pero desde luego que reducirme la actividad cerebral en relación con la dopamina no es la solución. Creo que mejor debo aprender bien de Humberto y el cuidado esencial. Porque en definitiva no quiero perderte, ni perderlos, ni perderlo, ni perderla, ni perderme…

3 comentarios:

Liwk dijo...

Sí y yo soy el Spam número doce, ¿no?
Comezones y besos.
Me ha gustao el post.
Y la foto.

Sr. Javier dijo...

Eso de la memoria expandible no suena nada mal...

Cuando los viajeros se pierden, miran al cielo y siguen la estrella de Oriente...

Saludos y un abrazo.

Shumbla dijo...

Coincido contigo en lo del CAOS que se forma a nuestro alrededor, pero creo (ESPERO) que la dopamina puede ayudarnos, es mi esperanza al menos, sino, no se que va a ser de mi caos...